Es el primer día rodando por separado. Nervios al principio de la jornada, tristeza en la despedida y los cinco sentidos alerta para no cometer ningún error en la carretera.
Todo va bien hasta que llegando a Dharamsala, Iñigo comete una pifia de principiante. Se está echando la noche y coge un “atajo” que le indica un viejo para ahorrarse un par de kms, pero al cabo de un cuarto de hora se encuentra empujando la bici por una empinada pista en medio de un bosque desangelado.
Intenta no pensar que la guía recomienda no transitar por estos caminos después del atardecer cuando de repente aparece un tío entre los árboles.
El Abuelo maldice su suerte preparándose para lo peor. Cuando lo tiene a un metro escaso de distancia, cierra los puños, el extraño se detiene y dice alegremente:
-Hola amigo! Sabías que Michael Jackson ha muerto?
Iñigo se aguanta la carcajada e intenta poner cara de sorpresa:
-No me lo puedo creer! Es mi artista favorito! Por qué no me vas contando los detalles mientras me ayudas a empujar la bicicleta?