6. LEH-MANALI. TOCANDO EL CIELO

Después de ponernos hasta arriba de lasagna, pasta y pizza, creemos estar preparados para el siguiente reto: la increible carretera que lleva de Ladakh a Manali. Esta carretera es famosa por ser la carretera de altura "asfaltada" más alta del mundo, y como buenos masocas allá vamos. Nuestro perfil es de derecha a izquierda y dicho perfil está sacado de la misma guía de Trail Blazer, "Himalaya by bike". Supera 5 grandes pasos. Pasamos por varios pueblos con monasterios en lo altoEl verano es para trabajar. Y el invierno para relajarse...
Hasta hace unos años, se adjudicaba al Khardung La el título del puerto más alto del mundo, hasta que mediciones con GPS señalaron al próximo Taglang La como gigante entre los gigantes.
Para que no haya discusiones, Cyclotherapy corona los dos puertos, no dejando resquicio para la polémica.
Para subir el Tanglang La debemos hacerlo en dos etapas. Dormimos a 32 km de la cima. El asalto es lento, por encima de 4800 m la ausencia de oxígeno y el peso que llevamos nos hace ir despacio. Cada uno adopta una táctica.
Uno usa el ipod para olvidarse del tiempo...

Y el otro va dopado hasta arriba a base de las capsulas mágicas de guaraná que nos regaló Coco y de aspirinas francesas del Jofre.Tras más de 5 horas de ascenso, llegamos al puerto muertos pero sintiéndonos bien físicamente. El Taglang La ha caído y con él sus 5328 m.El fantasma de Tajikistán se nos aparece una y otra vezY aunque la idea era dormir junto a un lago, los peores presagios se cumplen y una fuerte ventisca nos hace detenernos en la primera Dhaba que encontramos. Al día siguiente aparece la lluvia, que acompañada de fuertes vientos nos las harán pasar canutas. Estamos en la Morie Plaine, una "llanura"a más d 4500 m...Será un día pasado por agua, un día asquerosoEstamos en Pang y allí descansaremos para la dura jornada del día siguiente Familias de Leh pasan 4 meses en estas Dhabas, proporcionando colchón y comida a los viajeros que pasan. El día sale soleado, menos mal!!!!!!!!!!!!! Una tortillita y unos Maggi noodles y al tajo El paisaje es espectacular, por el cañón

Tras 21 kms de subida, el Lachulung La (5077 m) cae por su propio pesoY poco después cae el Nakeela La (4937 m). Nada se nos resisteNos toca un nuevo descenso reconfortante por las 21 curvas de las Gata LoopsLos trabajadores se retiran a descansar después de otra dura jornada Y aunque el paisaje nos deslumbra, sobretodo por la gran luminosidad, el viento nos da por saco todo el día. Es lo malo de recorrer esta carretera de Leh a Manali, que aunque te ahorras algún km de subida, te comes todo el viento de cara. Así llegamos a Sarcha, donde una Dhaba regentada por un nepalí nos proporcionará la mejor comida de la rutaSeguimos viendo a los trabajadores de las castas inferiores atendiendo la carretera. Este día amanecería soleado y acabaría diluviando... No conseguimos quitarnos de encima los malditos convoys militares Vamos camino del Baralacha La (4918 m). Son 33 kms de subida desde Sarcha por algo que podemos llamar asfalto Ya solo queda uno! Que vayan poniendo la mesa en Manali!Pero al otro lado del puerto nos olemos lo peor. Las nubes nos indican que está cayendo una buena ahí abajo. Y asi será. Las temperaturas bajarán rápidamente y nuevamente acabaremos empapadosEstán arreglando el asfalto del Baralacha La pero aún tiene varios kms de carretera asesina. Afortunadamente abandonamos las nubes y parece que el tiempo va a recuperarse...Pero nada más lejos de la realidad. El día siguiente amanece con el asfalto blanco...

Donde mejor se está es en nuestra habitación. Esperamos que el día mejore o al menos no vaya a peor

Pero la cosa se está poniendo fea y junto a 3 polacos y dos portugueses que vienen de hacer un trecking y también les ha sorprendido el temporal, salimos escopeteados en un camión con destino a Keylong. Son 37 kms en los que el chófer nos lleva volando, ayudado por una botella de vodka, pero que al menos conseguimos salir de una posible encerrona. Cyclotherapy Telebista estaba en el momento de la estampida

Y es que el temporal ha pillado a todo el mundo por sorpresa. La gente está preocupada por las ovejas que están sueltas en el monte. Durante la huida vemos a muchos pastores movilizando sus rebaños
Tras una reconfortante ducha en Kkeylong al día siguiente se notan los efectos del temporal. Las carreteras están llenas de desprendimientos

Los rebaños vuelven al monteLas grúas trabajan a destajoY nuevamente nos toca lidiar con el barro, nuestro viejo enemigoLos nepalíes son mano de obra barata y tratados por los indios como ciudadanos de segunda. Abundan por aquí

Tan sólo un puerto nos separa de la ducha caliente y las comodidades de la civilización después de una semana de duro pedaleo en altura sufriendo los rigores de la climatología adversa.
Así que el detalle de que “Rohtang La” signifique literalmente “Paso del montón de cadáveres”, no nos amilana en absoluto. Su nombre hace referencia a los cientos de viajer@s que han fallecido congelados aquí a lo largo de los siglos.

Pero este día no acabará mejor que los anteriores... Iniciamos el asalto al último paso, el Rochtang La (3.988 m) con el propósito de dormir a 7 km de la cima. Pero el enésimo error de la guía que llevamos nos obliga a subirlo de una tirada, mientras vemos como el sol se va escondiendo

Y la Ley de Murphy vuelve a funcionar con estos kafres. A 2 km de la cima a Aitor se le suelta la parrilla trasera y aunque el arreglo es provisional a base de bridas, no tenemos tiempo de superar el paso. Es de noche. La carretera estáa nevada y embarrada. No hay sitio para poner la tienda. Doblamos la curva y se nos aparece el milagro. Una humilde tienda con plásticos nos darán cobijo para pasar la fría noche. Estamos a más de 3.900 m. Comeremos una tortilla y unos noodles y dormiremos encima de 4 mesas de camping. Fuera la luna llena ilumina la nieve. Nosotros solo soñamos en llegar mañana sin problemas a Manali. Hoy a nosotros no hay frío que nos detenga. Aunque a la bajada nos tengan que amputar las cuatro extremidades, nosotros llegamos a VashistEl paso de marras, pero no vemos el montón de cadáveres por ningún lado. Con lo bien que nos hubiesen venido unos repuestos (rótulas, meniscos...). En fin, la meta está a sólo 60 kmY el paisaje al otro lado de la montaña es absolutamente diferente. Después de muchos días volvemos a ver árboles, volvemos a ver el color verdey grúas limpiando los efectos tardíos del monzón Y mientras nosotros bajamos otros montan atascos y suben para tocar la nieve. Cuando llegamos a Vashist, un pueblo junto a Manali, empezamos a saborear la buena vidorra que nos meteremos en este lugar idílico. Merecido está, al menos.

Hoy finaliza una etapa del viaje que comenzó en junio en Tajikistán encadenando la Pamir y la Karakorum Highway con el Himalaya. Tres meses rodando por las montañas más altas del mundo. Doce semanas tirando de molinillo. Noventa días sudando como cabrones.

Baina gustoko tokian, aldaparik ez.